Apuntes sobre fotografí­a digital.-

[Riisss]

Navegando por internet he encontrado un interesante reportaje sobre este tema, puede que os aclare muchas cosas.

LA FOTOGRAF͍A DIGITAL

Vale la pena aprender una serie de apuntes, conocimientos, experiencias y referencias web para el uso de la cámara dígital a bordo. Son consejos que le ayudarán a hacer buenas fotografias.

Sabemos sacarle el máximo partido a nuestra cámara? ¿Conocemos los mejores trucos para obtener fotos que impresionen a los demás? En un anterior capí­tulo de nuestra sección, titulado "Gestionar fotos de la cámara digital" (NAUTICA nº 208), ya hablamos de sus conceptos básicos. Ahora, en esta nueva entrega, daremos unos consejos que seguro nos ayudarán a aprovechar nuestra cámara, por muy sencilla que sea. Son unos apuntes, conocimientos, experiencias y referencias web que nos ayudaran a entender el funcionamiento de la fotografí­a digital. Hay personas que siempre han sido aficionados a la fotografí­a, pero si le añadimos todas las posibilidades que nos da la informática con la nueva generación digital nos encontramos sin saber dónde empiezan la parte fotográfica y la parte digital. La verdad es que para llegar a conocer a fondo la fotografí­a digital hay que dedicarle muchas horas a experimentar, estudiar, aprender, probar, equivocarse y acertar.

Hacer una buena fotografía

Para nosotros, que no somos profesionales, hay dos motivos diferentes de hacer fotografí­as:
- Con el único objetivo de tener un recuerdo de algún momento.
- Para disfrutar e intentar exprimir todos los elementos que componen la fotografí­a (el entorno, encuadre, luz, posición de los objetos de la foto, la cámara, objetivos, etc.).

Para la segunda opción, en muchos casos, supone llevar en las espaldas una mochila con todo el material que necesitaremos usar. Evidentemente, para que salga una buena foto intervienen varios factores. De entrada, hay que hacer muchas fotos, probar, equivocarse y volver a probar. La ventaja de la fotografí­a digital es que ves los resultados inmediatamente, por lo que no es necesario esperar al revelado en un laboratorio. Fotos tenemos muchí­simas, pero buenas no tantas. Por otro lado, no hay nada como un buen objetivo y una buena cámara.

Por ejemplo, tomar fotos en ambientes oscuros requiere un objetivo de mucha luminosidad, y estos objetivos no están en las cámaras compactas ni en los kits de cámaras réflex. Si le gusta la fotografía y quiere hacer el salto a una réflex con objetivos intercambiables, lo primero es elegir un buen cuerpo y luego unos buenos objetivos. Todo, lógicamente, en función del tipo de fotografí­a que se quiera hacer, presupuesto, etcétera. Los objetivos son diferentes según lo que se quiera fotografiar: paisaje, retratos, interiores, etcétera. Por lo que un equipo fotográfico contará con, al menos, dos o tres objetivos diferentes. Las cámaras réflex que se venden más en la actualidad son, entre otras, Canon/Nikon, Olympus, Sony, Pentax o Minolta.

A pesar de todo lo comentado, se pueden hacer muy buenas fotos con cámaras compactas digitales. Basta conocer las posibilidades de cada aparato y exprimirlo al máximo posible. Las cámaras compactas de gama alta también permiten ajustar los valores de forma manual, por lo que tienen las mismas funcionalidades que las réflex, (¡con algunas limitaciones por supuesto!), pero sin poder intercambiar objetivos. En cualquier caso, no es recomendable utilizar el zoom digital que nos ofrecen las cámaras compactas ya que pierde calidad. Es mejor ampliar luego la fotografí­a en el ordenador.

Cámaras compactas

Las cámaras compactas ocupan poco volumen en nuestro bolsillo y pesan cada vez menos. Son útiles para llevarlas de vacaciones y otras actividades de recreo por su reducido tamaño y peso. Están dotadas de un método de disparo rápido. Su calidad óptica es bastante aceptable. Tienen objetivos zoom de una longitud focal de 35 a 105 milí­metros. Llevan el flash incorporado y tienen un sistema de enfoque automático, pudiendo optar por los comandos manuales en lugar de los automáticos. Presentan error en paralelaje, lo que significa que la imagen que se ve a través del objetivo no corresponde a la imagen que se toma en realidad. Si realizamos fotografí­as sometidos a las inclemencias meteorológicas, como una persistente lluvia o mucha humedad, es aconsejable optar por un modelo de cámara resistente a estas condiciones adversas.

Cámaras reflex

Las cámaras réflex de 35 mm son las más usadas por aficionados y profesionales, sobre todo por los resultados que se obtienen. Su funcionamiento se basa en un espejo en 45º que refleja la imagen formada por un objetivo hacia una pantalla del visor, hasta el momento justo antes de la exposición. La principal ventaja es que no presenta error de paralelaje, algo que ya hemos visto que sí­ ocurre en las cámaras compactas. Puede apreciarse, exactamente, la misma imagen que el objetivo formará sobre la pelí­cula. Otra ventaja es que permite cambiar muy fácil los objetivos de acuerdo a las necesidades del usuario. La nueva tecnología ha conseguido incluir en estas cámaras unos fotómetros que miden la cantidad de luz que entra por el objetivo, zooms, motor, etcétera.

Su formato de 35 mm permite que el negativo se use para grandes ampliaciones y que sea empleada universalmente por casi todos los fotógrafos. Los componentes de una cámara reflex de 35 mm son los siguientes:
- El pentaprisma: los rayos luminosos son reflejados, pero el elemento que se quiere fotografiar atraviesa las lentes del objetivo alcanzando el espejo móvil dispuesto a unos 45º llegando hasta el visor. El pentaprisma rectifica la imagen permitiendo una visión y encuadre perfectos.
- Obturador: es un dispositivo colocado detrás del espejo para determinar el tiempo de abertura.
- El disparador: acciona el obturador y el diafragma.

Objetivos

Los objetivos normales abarcan un ángulo de visión cercano a los 45º, reflejando la escena de una forma muy parecida a como la ve el ojo humano. En la fotografí­a de 35 mm son objetivos normales los que tienen una distancia focal aproximada de 50 mm. Son, por lo general, bastante luminosos, por lo que proporcionan una profundidad de campo que los hace válidos para fotografí­a de paisajes, aunque también son capaces de enfocar lo suficientemente cerca como para ser utilizados en retratos. No deforman la imagen y dan una sensación de realidad en la perspectiva, sin curvar las lí­neas rectas (como hacen los angulares) ni atraer el fondo como los teleobjetivos. Los objetivos normales son muy versátiles, pero hay ocasiones en las que con estos objetivos no se puede "comprimir" toda la escena dentro del encuadre. La solución a este problema nos la proporcionan los objetivos gran angular, que abarcan un gran campo de visión, tanto mayor (y, en cualquier caso, superior a 45º), cuanto menor es su distancia focal.

Tamaño de imagen

Tamaño en pí­xeles: decimos que una foto tiene 1.600x1.200 pí­xeles. También podemos decir que tiene 1.920.000 pí­xeles, o redondear diciendo que es una foto de 2 megapí­xeles. Se redondea tanto que no se tiene en cuenta que nos referimos a un sistema binario, en el que kilogramo no significa 1.000, sino 1.024 (la décima potencia de 2) y mega no significa 1.000.000, sino 1.048.576.

- Tamaño informático: se cuenta en unidades de información como bytes, kilobytes o megabytes. Depende, directamente, de dos cosas: del número de pí­xeles y de la cantidad de bytes que gastamos para definir cada píxel. La profundidad de bits permite diferenciar y aplicar un número más o menos grande de colores. La mayorí­a de las cámaras digitales utilizan, la profundidad de 24 bits del modo RGB, por lo que cada pí­xel se anota con 3 bytes. Se calcula rápidamente que cada megapí­xel ocupará en memoria 3 megabytes (algo menos, porque la máquina no redondea como nosotros). En las tarjetas de memoria suele ocupar mucho menos, porque los datos se guardan comprimidos.

- Tamaño superficial o de salida: es lo que ocupará la foto si la imprimimos. Los píxeles son realmente información numérica, así­ que este tamaño lo decidimos nosotros, indicando cuántos pí­xeles queremos imprimir en cada centí­metro o pulgada de papel. Todo serí­a mucho más simple si reservásemos el término "resolución" para expresar esta relación: número de píÂxeles por unidad de medida lineal. Podemos cambiarla sin modificar la información de imagen. Simplemente, indicando menos resolución (menos
pí­xeles por pulgada), la foto se imprimirá más grande, e indicando más resolución, se imprimirá en menos papel porque los pí­xeles serán más pequeños y concentrados. La resolución, así­ entendida, la podríamos decidir en el momento de imprimir. Para la cámara es obligatorio que el número de pí­xeles por pulgada figure como dato al crear un formato de archivo como JPEG o TIFF. Se asigna una resolución por defecto, habitualmente 72, 180 o 300 ppp. No tiene importancia, es un dato que podemos modificar sin estropear nada. Comprender la resolución sirve para predecir el resultado en la impresión. En general, queremos evitar que los pí­xeles sean tan grandes que resulten evidentes. A una distancia normal de 40 o 50 cm, y si la resolución es de 150 ppp, o menor, distinguimos claramente la frontera entre un píxel y el siguiente. Aumentando la resolución, los pí­xeles serán más pequeños, pero seguiremos notando la estructura de filas y columnas hasta unos 180 ppp. Por encima de esta resolución ya no notaremos escalones, aunque seguiremos percibiendo mejoras en la riqueza del color y en la suavidad de los degradados hasta unos 220 ppp.

Por encima de este nivel es muy difí­cil estar seguro de notar ningún cambio, por lo que podemos considerarlo el umbral de seguridad para una impresión fotográfica. De esta manera, la referencia habitual de 300 ppp supone un amplio margen que podemos permitirnos cuando no hay problemas de espacio informático. Pero esto siempre a sabiendas de que con 240 ppp estamos en un nivel que no desmerece la impresión en papel fotográfico, y que en documentos con papel corriente se cumple dignamente, incluso con resoluciones de 200 ppp.

Formatos de imagen

- JPG: prácticamente, todas las cámaras guardan las fotografí­as en formato JPG (formato comprimido). Las imágenes guardadas en este formato tienen limitado su posprocesado, pero a cambio facilitan enormemente el trabajo al usuario "normal".

-RAW: es el formato en el que pueden grabar las cámaras de gama media/alta. Es un formato de imagen en "bruto", sin comprimir.

No interviene el procesado que la cámara haga para convertir la imagen en JPG, por lo que el usuario debe posprocesarla con los ajustes necesarios para convertirla, en caso necesario, en JPG u otros formatos. La imagen en RAW se graba antes de que la cámara realice los filtros prestablecidos, balance de blancos, saturación, enfoque, etcétera. Por lo que todos estos ajustes deben hacerse manualmente (o en procesos batch) en el posprocesado. El formato RAW es propio de cada fabricante de cámaras y en muchos casos también depende del modelo de cámara. Aunque hay ciertas compatibilidades. Además, los programas de software utilizados deben soportar estos formatos. Actualmente muchas cámaras digitales de gama alta permiten grabar las imágenes simultáneamente en formato RAW+JPG, creando dos ficheros en la tarjeta. No es necesario decir que el formato RAW ocupa mucho más que el JPG. En 10MP una foto RAW ocupa entre 8 megabytes y 12 megabytes, mientras que una JPG ocupa ente 3 megabytes y 5 megabytes.

Tarjetas de memoria

Existen multitud de tarjetas de memoria de otros tantos fabricantes. Los formatos más conocidos son CompactFlash (CF), SD, miniSD, microSD, MemoryStick. En cuanto a los tamaños a utilizar dependerá de dos factores relacionados: los megapí­xeles de nuestra cámara y la cantidad de fotos que queramos hacer en un mismo episodio fotográfico. Por el precio que tienen hoy las tarjetas no recomiendo tamaños inferiores a 2 gigabytes, y siempre es bueno tener como mí­nimo dos tarjetas. Si, por ejemplo, nos vamos de viaje, debemos prever cuántas fotos queremos hacer y cuántas nos cabrán en cada tarjeta. Llevar más de una tarjeta siempre es bueno por varias razones:

- La última tarjeta actúa de "reserva". Al ponerla somos conscientes que sólo nos queda esa tarjeta.
- En caso de pérdida de una tarjeta, siempre tenemos una más.
- En caso de fallo de una tarjeta, también. Un aspecto que se debe tener en cuenta en cámaras que permiten hacer ráfagas es la velocidad de acceso a la tarjeta, la velocidad de escritura. Por ejemplo, 266x son 40 megabytes por segundo.

Discos externos

Una buena solución para de almacenaje de fotografí­as es disponer de un disco externo con pantalla para visualizar las imágenes. Con un dispositivo de estos podemos:
- Volcar las fotos de la tarjeta al disco estando de viaje.
- Hacer copias de seguridad (comentado mas adelante).
- Visualizar fotos en la pantalla que lleva incluida o en una TV/proyector externo. Una de las marcas que tiene una amplia gama de estos productos es Archos (http://www.archos.com). Y por supuesto, toda la gama de iPod y el recién aparecido iPhone.

Pasar fotos al PC

Prácticamente, en ningún caso recomiendo utilizar el software que se incluye con las cámaras para pasar fotos al PC y organizarlas. El motivo es que cada cámara y, sobre todo, cada fabricante tienen su propio software. Por lo que si usted es de los que va cambiando de cámara tendrá que ir cambiando de software, con el consiguiente periodo de aprendizaje que esto comporta. Por lo que recomiendo habituarse a alguno de los software propuestos mas abajo y utilizarlo con cualquier cámara que se tenga.

- Soft que viene con la cámara: hasta el momento no recomiendo ninguno, a excepción del EOS Utility de las Canon EOS. Todos los demás (Canon, Agfa, Sony, etc.), son muy simples y no aportan nada que ya no tenga el Windows XP/Vista integrado en el sistema operativo.
- Directamente copiando desde USB: es quizá la forma más "universal" y fácil de hacer. A veces, nos empeñamos en intentar hacer más fácil lo que ya es de por sí­ realmente simple: copiar y pegar.
- Borrar fotos de cámara en siguiente uso: no recomiendo eliminar las fotos de la tarjeta de memoria o cámara una vez estén en el PC. Es preferible coger la costumbre de eliminar las fotos la próxima vez que utilicemos la cámara. En ese momento, seguramente, ya tendremos las fotos clasificadas y copiadas en alguna unidad externa, y estaremos seguros de que no las necesitaremos más.
- Organización de las fotos: para organizar las fotos lo mejor es utilizar un formato lo más sencillo y "esquemático" posible. Un formato tipo árbol es la forma más sencilla de hacerlo. No aconsejo usar el software que viene con la cámara para organizar y catalogar fotos, pues entonces siempre dependeremos de la actualización de dicho software, compatibilidad con formatos futuros, etcétera.

Una sencilla organización serí­a:
- Barco. - 20071225-Crucero. - 20071231-Regata Columbretes.
- Familia. - 20070106-Navidad.
- Amigos.
- Trabajo. - 20080411-Curso fotografí­a.

En resumen, serí­a crear una primera estructura de grandes grupos de fotografí­a habitual, barco, familia, amigos, trabajo, etcétera.

Dentro se irí­an creando carpetas con la fecha en el formato "aaaammdd-" y una pequeña frase descriptiva (evitar caracteres acentuados, ñ..., ya que no son compatibles con algunos programas y nos pueden crear problemas en el futuro). Si prevemos tener un gran número de fotos es también una buena opción renombrarlas automáticamente utilizando un patrón como "aammdd-num.foto.jpg". De esta forma, si superamos las 9.999 fotos no tendremos números duplicados. Normalmente, las cámaras reinician el contador al llegar a ese número.

Software, tratamiento y mejora

Existen muchos programas para organizar, gestionar, retocar y procesar las imágenes:
- Software básico: ThumbsPlus (http://www.cerious.com). Es muy sencillo de utilizar y tiene las caracterí­sticas básicas para hacer todo lo que necesite, en especial procesos batch.
- Software básico: ACDSee (PRO 2 para RAW) (http://www.acdsee.com). Es el mas recomendable. Existe la versión Standard y la PRO. La ventaja de la PRO es que permite el procesado de ficheros RAW. Otra gran ventaja es que puede trabajar con varios monitores (foto en grande, miniaturas, propiedades, etc.).
- Software avanzado: Adobe Photoshop CS3 (http://www.adobe.com). Es el software de retoque fotográfico por excelencia. Conociendo muy poco puede hacer mucho, conociendo mucho… Una de sus particularidades es que permite el formato de Adobe PSD multicapa.

Backup o copia de seguridad

De nada sirve organizar las fotos o procesarlas, por ejemplo, si no tenemos una buena copia de seguridad de todas las imágenes. Recomendación: hacer copia siempre, pero siempre, después de cada sesión de traspaso de fotos, procesado, o lo que sea, en un segundo disco interno o externo. Mantener también una copia en un disco externo en otro lugar.

Impresión de fotos

Seguramente nos interesará imprimir algunas de las fotografí­as que hacemos. Para ello tenemos tres opciones:
- Comprar una impresora con calidad fotográfica (inkjet, sublimación, etc.), y tener las tintas/cartuchos adecuados, así­ como el papel de calidad.
- Llevar las fotos a un laboratorio de revelado de fotografí­a donde nos impriman las imágenes en el formato que queramos.
- Utilizar servicios on-line para enviar las fotos, que las impriman y nos las enví­en.

Además, existen multitud de opciones de impresión de fotos en diferentes formatos y medios. Uno de los más conocidos son los álbumes. Pero puede imprimir sus fotos sobre camisetas, tazas, hacer calendarios, etcétera. Algunos de los sitios donde puede hacerlo: http://www.dichis.com; http://www.hofmann.es; http://www.fotoprix.es, o http://www.24x30.es.

Fotografí­a panorámica

Se pueden seguir diferentes pautas para hacer fotografí­as panorámicas. La más sencilla es utilizar la propia opción que incorporan muchas cámaras compactas. Esto requiere que se utilice el software de traspaso de fotos que incluye la propia cámara. Otra forma es "a mano". En cualquier caso, la técnica es similar y se basa en seguir los siguientes pasos:
- Elegir la escena adecuada eligiendo un lugar estable para hacer las imágenes.
- Hacer una ajuste de la distancia focal adecuada al encuadre que queramos haciendo un paso por la imagen sin hacer fotos.
- Empezar a tomar las fotografí­as, de izquierda a derecha, teniendo en cuenta que hay que superponer aproximadamente 1/3 de fotografí­a. Es decir, que en cada foto el 1/3 de la izquierda será la misma imagen que el 1/3 de la derecha de la foto anterior.
- Antes de hacer la primera foto, y una vez hecha la última, recomiendo hacer una foto "nula" a la propia mano, a un objeto identificado claramente como inicio y fin de la panorámica. Una vez estén todas las fotos pasadas al PC, debemos identificar las que componen la panorámica y procesarlas con software del tipo Autopano Pro (http://www.autopano.net) o The Panorama Factory (www. panoramafactory.com). Cuando se hacen panorámicas siempre es recomendable utilizar trí­pode y asegurarse que esté bien equilibrado, sobre todo si se trata de panorámicas grandes. Existen rótulas de trí­pode especí­ficas para hacer panorámicas y también algunos inventos electrónicos y motorizados para hacerlas de forma automática. Ya no tenemos excusa para hacer malas fotos este verano. Es cuestión de practicar.

fuente: http://www.larevistanautica.com/la-foto ... id1112125#

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